sábado, 21 de abril de 2007

emisor - receptor

como dijera el Maestro Antonio Salieri de "AMADEUS", estoy aqui para redimir a los mediocres.
a mi también mi dios me puso en el rol de mediocre conciente. el cual se hace más duro cuanto más pasión por el arte nos haya inyectado esta criatura maligna.
digamos entonces, para ser más gráficos, que mi condición me permite redimir hasta al propio Salieri, y con margen. me siento completamente defraudado por este dios (voy a decir un poco lo mismo que decía aquel viejo desolado, pero siempre podemos pensar que el que lee no conoce nada al respecto, y para eso es necesario aclarar el contexto lo más posible) que me da por un lado las ansias para expresarme artisticamente, mientras que por otro me niega perniciosamente el don de concretarlo, agravando mi dolor facilmente con la obscena muestra continua de la capacidad ajena.
no podría ser capaz esta eminencia de cometer semejante error, y de ahi concluimos que indudablemente mi desgracia es intencional y que la misma curará el dolor de los mediocres (esto último desprendido de que tampoco puede ser de puro jodido ¿o si?).

vamos por otro camino (llegaremos a lo mismo): mis sentidos están predestinados a captar arte. mi cuerpo entero siente arte ajeno continuamente, y hasta propio con frecuencia, sin estar siquiera próximo a lograr expresarlo. pero eso si, recibir recibe de a montones (¡mierda! ¡que gran receptor! ¡a mi también podrían admirarme!). en toda disciplina que me interesé fui increiblemente capaz de admirar. admirar en cantidades poco vistas. pero nunca fui capaz de realizar un carajo. soy el eterno receptor. ¿no hay laburo de eso? no. a nadie le importa, ya me di cuenta, no es tan dificil de ver.

en definitiva, acá les dejo las comparaciones (la explicación más o menos ya está):

emisor - receptor
capo - mediocre

artista - yo
capo - mediocre que es conciente todo el tiempo y se quiere matar, porque quisiera ser capo.



¡LOS REDIMO MEDIOCRES! ¡YO PAGO POR TODOS USTEDES!...la cuenta por favor

jueves, 12 de abril de 2007

de la página de la comisión nacional de regulación de transporte saqué la siguiente infromación, que desconocía:



Transporte Automotor Público Urbano

Derechos del usuario

v Exigir el cumplimiento del recorrido, la frecuencia y las tarifas.
v Ascender y descender del vehículo en la parada autorizada por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires o municipio correspondiente.
v Ascender y descender del vehículo en todas las esquinas los días de lluvia.
v Ascender y descender del vehículo en todas las esquinas entre las 22:00 y las 6:00 horas.



yo principalmente estaba buscando si las empresas de colectivos estaban obligadas a cumplir con cierta frecuencia pautada, pero me encontré con los datos de la parada en todas las esquinas para los días de lluvia y las madrugadas (incluyendo madrugadas con lluvia supongo), cosa que me convierte en un usuario perjudicado injustamente aún más de lo que pensaba.

miércoles, 11 de abril de 2007

la nostalgia
más tarde descubrí que se aplicaba a TODO lo que uno no tiene.
pero en un principio, cuando unas ventanas espejadas y unas nubes grises reflejadas en ellas provocaron esa sensación parecida a cuando agarrás una bajadita rápido con el auto, lo asocié con la nostalgia.
cuando yo me refiero a la nostalgia no se si interpreto lo que todos, pero hablo de -y creo que le debe pasar a la mayoría de la gente- ese efecto que se te produce en la panza cuando recordás involuntariamente una cosa que añorás de la infancia, o algo asi.
como sea, me puse a reflexionar, e inmediatamente reflexioné acerca de la necesidad que tenía de reflexionar al respecto.
esas nubes me habían disparado una motivación, algo que me haría resolver una cuestión que para ese momento ya no podía creer cómo no la había planteado antes:
la nostalgia es una mierda. responde al mismo esquema perverso que todo lo que proviene del ser humano, o por lo menos de MI ser humano. soy perverso. con el tiempo siempre termino queriendo lo que no tengo.
lo grave de esto es que ahora descubrí como funciona. pensé en esos recuerdos, en todo lo que añoraba y descubrí que si bien ese momento tenía cosas lindas, también tenía cosas feas. o sea: no era ni más ni menos que cualquier otro. hasta inclusive si hago un análisis más exhaustivo capaz que menos.
entonces ¿que mierda me pasa?
ahora se que sólo lo quiero porque no está, y -creo no ser el único- siempre quiero lo que no tengo. me da la sensación de que su característica de ausente es lo que lo hace perfecto. y eso es una mierda. lo descubrí. ya está. pero no lo puedo cambiar. es como un acto-reflejo. soy prisionero. soy más inteligente que yo, y no me puedo ayudar. ESO es grave.