la universalización del saludo es casi tan necesaria como la universalización de fichas y conectores de cables. cualquiera que haya tratado alguna vez de conectar un cable de algo seguramente ya sabe perfectamente de lo que hablo. uno piensa: ¿y para que carajo hay tantas variantes? ¿para complicar? si, para complicar.
si hubiera un par, dos o tres variantes, todvía... se acepta, pero es impresinante la cantidad de maniobras que se pueden llegar a tener que realizar a la hora de simplemente unir dos o más alambres.
con el saludo si bien no creo que uno deba analizar una amplia gama de variantes a la hora de ejecutarlo, sigue siendo una situación complicada en relaciones de baja a mediana confianza. esas dos o tres posibilidades que en estos casos se tiene para despedirse provocan conductas poco favorables, ya que como todos sabemos, la duda mató al hombre. estas pequeñas elecciones, se multiplican al doble cuando tomamos en cuenta que existe una acción de cada una de las partes, dando lugar a la aparición de los típicos choques (beso-mano / mano-beso) que tan bien planteados fueron en la clásica propaganda de pepsi donde luego la vieja para ilustrar tocaba un bizarro piano eléctrico.
la duda surge entonces: ¿es un punto a solucionar la universalización del saludo? ¿o más bien es un punto a solucionar esto de que me preocupen ciertos temas, probablemente irrelevantes para la mayoría?