jueves, 17 de abril de 2008

quien haya tenido que tomar un colectivo en hora pico sabrá que la situación no está facil. en este sentido y según se lo mire es que estoy entre los afortunados que no se ven obligados a hacerlo a diario o entre los desafortunados que deben hacerlo al menos una o dos veces por semana.

dejando de lado el grado de comodidad con que se viaje, hoy en día ya lograr subir al transporte se ha convertido en una de las necesidades básicas insatisfechas.

he llamado a la empresa micro omnibus sur sociedad anónima para transmitirle la problemática y el encargado de oir mi discurso me confesó que él mismo teniendo un auto y no estando conforme con el tránsito entre la capital y el suburbano había decidido ir en tren. el resultado fue peor de lo que se imaginaba: el tren tardó el doble de tiempo en hacer su recorrido debido a que las puertas no cerraban.
quisiera imaginar a gandhi en ese momento, pero no logro ni un esbozo de la cara que pondría.

ahora bien, ¿que pasa si el transporte que debemos utilizar ni siquiera tiene la obligación de parar en todas las estaciones? si hablamos de un colectivo lleno y de mi experiencia personal te puedo decir que es lo que pasa: en el mejor de los casos la posición de tu brazo haciendo seña de parar será tomada con indiferencia. en el peor, alguien colgará su abrigo de él.

entonces es donde me veo tan indefenso como pocas veces me vi. me pregunto cuales son mis posibilidades y opto por la de esperar a que la suerte me brinde un colectivo que pare lo antes posible (descartando la de ir caminando). si los astros están de mi lado tal vez llegue sólo un poco tarde al destino. sino llegaré para saludar e irme pidiendo disculpas ó, por qué no, tal vez nunca.

me gustaría que esto lo pudiera leer la mayor cantidad de gente posible, y que, al menos, aporte su humilde opinión (ó su soberbia opinón). me gustaría conocer a un nivel más global como se vive esta situación. espero que los astros esta vez esten de mi lado

4 comentarios:

Anónimo dijo...

todos los dias tomo el bondi a hora pico. Por suerte es solo a la ida, ya que a la vuelta la safo un poco más. Es esperar mucho, que no te paren y, cuando por fin subis, viajar en las escaleritas de adelante viendo como la respiración empaña el vidrio de la puerta, esperando que no se abra de golpe y llegues a destino con un moretón. Jo
Pero milagrosamente hay dias en los que cuento con una amplitud mental que me permiten esperar el bondi y soportar que no pare o viajar mal casi sin darme cuenta. Me sorprende como otras veces viajo "loquito" y el dia generalmente continua mal por la mala onda que le pongo.

Habría que ver que es lo que hace que un dia tenga una reacción y otro otra, porque si de mi dependiera optaria siempre por prepararme para poder viajar tranquilo, incluso si el entorno es bocinas y gente empujando.
Por lo pronto es lo mas apropiado para nuestra salud mental, aunque claramente la gente que maneja estos servios tendría que mejorar los mismos..pero suena lejano en un país donde todavia duermen pibes en la calle, no?

Bruno dijo...

es increible que la salvación a este mal sólo pueda estar en tu cabeza. yo insisto con que me gustaría ver que haría un gandhi, o uno de esos...

Mati Roggero dijo...

Un Gandhi tiene mas perfil de ir en bici... o no?

Bruno dijo...

si, es verdad... iría en bici, pero además no viviría en lanús...