sábado, 3 de diciembre de 2005

hermosas palabras las que leo. no tan hermosas las que escribo. no, bueno, ya se: nada hermosas. ¿que van a ser hermosas si lo único que te interesás en contar es la desdicha de tus palabreríos? claro, es obvio que si quisiera lo podría borrar. pero también está el desafío de pelearla. pelearla hasta el final sin un solo backspace. ni siquiera una trampita. nada. crease o no, no quiero ni intentar leer lo que escribí. porque solo asi tendrá valor. no le puse título, me acuerdo, pero no le voy a poner, tampoco. ya pasó el tiempo del título. ahora viene el momento de la veradad. si, también es verdad que borré una letra que me había confundido, pero eso no es nada malo. lo de no borrar era mas bien simbolico, más bien la idea. no creo que dejar un error de ortografía le hubiera añadido valor a esta mierda. cierto, ahora me acordé que era una mierda, que solo podía escribir acerca de lo mal que escribo. lástima que me acordé.

paré recién un ratito a pensar. después escribí lo de "paré..." hasta ahora que voy a parar un poquito más. y ya no me gusta. si me detengo a pensar siquiera un segundo siento que la presión es mayor. no lo voy a hacer más, lo prometo. nunca más la voy a flashear con esto de la improvisación, y toda la locura de lo que iba a poner del disco de los tipitos.

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